Qué ver en la Bretaña francesa
¿Preparado para descubrir todos los tesoros que ver en Bretaña, Francia? ¡Empezamos!
1. Rochefort-en-Terre, imprescindible que ver en la Bretaña francesa
Comenzamos nuestro recorrido por lo mejor de Bretaña con Rochefort-en-Terre. Este pueblecito tan encantador está considerado como uno de los más bonitos de Francia. Como es obvio, no puede faltar en tu ruta por la Bretaña francesa. Al ser una localidad muy pequeña (tan solo cuenta con unas pocas calles y cientos de habitantes), podrás recorrerlo en su totalidad. Sin embargo, no te dejes engañar por su tamaño. Rochefort-en-Terre esconde muchos rincones dignos de ser fotografiados.
Comienza el recorrido por esta localidad paseando por la avenida principal y asomándote por las calles que salen de esta. No podrás dejar de admirar las casas tan antiguas que se encuentran aquí. Sigue el camino hasta llegar a la Place du Puits, uno de los sitios que no puedes perderte en Rochefort-en-Terre. Tampoco dejes de visitar la Iglesia Notre-Dame-de-la-Tronchaye.
Después de comernos unas crêpes (el pueblo está lleno de crêperies por todas partes), visitamos el Castillo de Rochefort-en-Terre. Merece mucho la pena pasear por sus jardines y entrar a la pequeña capilla de Saint-Jean.
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2. Josselin y su increíble castillo
Otro pueblo que no debería faltar en tu lista de lugares que ver en la Bretaña francesa es Josselin. Esta localidad llama la atención por su impresionante castillo, cuyo origen se remonta al siglo XI, cuando uno de los condes de Rennes construyó un primer castillo en este lugar. Para disfrutar de unas buenas vistas a este, te recomiendo pasear junto al canal.
Una vez te hayas hartado de admirar esta imponente fortaleza, introdúcete en el interior del pueblo para recorrer sus callecitas. No te pierdas la Basílica de Nuestra Señora de Roncier y las casitas con entramados de madera pintados de diferentes colores ubicadas junto a esta.
3. Vannes, una de las ciudades más bonitas de Bretaña
Aunque nuestro paseo por Vannes no fue muy largo, fue suficiente para apreciar la belleza de esta ciudad francesa. Se trata de un municipio amurallado con calles adoquinadas. El lugar que más impresionó y que te recomiendo ir a ver es la Place Henri-IV, una plaza rodeada por casas con entramados de madera de colores muy llamativos. ¡Es una auténtica preciosidad!
Otros lugares que no puedes perderte en Vannes son los Remparts de Vannes (fortaleza con torres y puertas medievales) y sus jardines, la Basílica Catedral de San Pedro, el Castillo de Hermine y la Puerta de Saint Vicent. Tampoco dejes de pasear por el Puerto de Vannes y de tomar algo en alguna de las animadas calles alrededor de este.
Si te interesa, puedes hacer una visita guiada por Vannes.
💡 A unos 20 minutos en coche a las afueras de Vannes se encuentra el Golfo de Morbihan. Nosotros, en vez de cenar en Vannes, nos acercamos a un restaurante de marisco muy local llamado Captain Marée. Está ubicado junto al golfo, por lo tanto, podrás hartarte a ostras mientras disfrutas de un paisaje idílico. ¡Lo recomiendo mucho!
4. Alineamientos de Carnac, un lugar diferente que ver en Bretaña (Francia)
Un lugar muy curioso que ver en Bretaña (Francia) son los Alineamientos de Carnac. Se trata de un conjunto de rocas de diferentes tamaños colocadas de forma alienada sobre una pradera. Se sabe que fue erigido entre los milenios V y III a.C., aunque el motivo exacto es desconocido. Por supuesto, han aparecido varias teorías sobre ello.
Estos alineamientos megalíticos conforman el monumento prehistórico más extenso del mundo. En el lugar encontrarás un centro de información llamado Maison des Mégalithes, donde podrás descubrir todo lo que se sabe sobre este monumento. El acceso es gratuito.
5. La petite maison de Saint-Cado
Llegamos a uno de los lugares con más encanto de la Bretaña francesa: la petite maison de Saint-Cado. Para poder ver esta pintoresca casita, primero hay que llegar a la encantadora localidad de Saint-Cado, ubicada junto a la ría de Etel. Parte del pueblo se encuentra en un pequeño islote, el que está unido a tierra a través del Puente de Saint Cado.
Uno de los lugares que más llaman la atención de este pueblecito es una pequeña casita ubicada en un pedacito de tierra en medio de la bahía, bautizada como la petit maison de Saint-Cado. Esta fue construida en 1894 y se trataba del hogar del vigilante de la granja de ostras. ¿Te imaginas cómo sería dormir en un lugar así?
💡 Aprovechamos nuestra visita a este lugar para comer en un restaurante llamado Les Algues Marines. El local, ubicado junto a la ría, cuenta con una pequeña terraza, por lo tanto, podrás disfrutar de una comida muy acogedora. Aquí comimos nuestros primeros «moules frites» del viaje. ¡Estaba todo muy rico!
6. Castillo de Keriolet, cerca del pueblo de Concarneau
A las afueras de un pueblecito costero llamado Concarneau, el que también te recomiendo visitar, se encuentra el Château de Keriolet, un castillo de estilo neogótico del siglo XIII. Después de pasar por varios dueños, los propietarios actuales han decidido abrir el castillo al público para poder mantener el castillo. La entrada cuesta 7,5€. Nosotros simplemente dimos un paseo por los alrededores del castillo, lo que se puede hacer gratuitamente. ¡Merece la pena!
Después de visitar el castillo, si cuentas con tiempo, acércate al centro de Concarneau, un pueblecito amurallado junto al mar.
7. Locronan, el pueblo más bonito de Bretaña
No sé si será el pueblo más bonito de Bretaña pero sí fue mi favorito. Nada más poner un pie en Locronan, me sentí como si estuviera en otra época. Perderse por las calles adoquinadas de este pueblecito mientras observas las antiguas casas de piedras es, sin duda alguna, una de las mejores cosas que hacer en Bretaña, Francia. No te piedras la Iglesia de Saint-Ronan, el cementerio y la Capilla Notre-Dame-de-Bonne-Nouvelle.
8. Punta de Raz
La Punta de Raz es un cabo ubicado en el departamento de Finistère, en el extremo más occidental de la Bretaña francesa. Aquí una serie de escarpados acantilados se encuentran con el mar de Iroise, regalando a quien visita este lugar, una bonita estampa natural. A lo lejos, entre pequeños islotes y olas, se asoma descansando sobre una roca el Faro de la Vieille, construido a finales del siglo XIX.
Es un buen lugar para ir a ver el atardecer. Si el día está despejado, desde aquí se puede ver la isla de Sein y el Faro de Ar Men.
9. Punta de Dinan, paraíso natural en la Bretaña francesa
Una de las visitas naturales que más disfruté en mi paso por esta región francesa fue la Punta de Dinan. Una serie de senderos recorren este cabo, permitiendo a sus visitantes disfrutar de un paseo con increíbles vistas al mar, acantilados, playas y distintas formaciones rocosas, entre las que destaca una pequeña cueva natural. Es posible hacer una ruta circular. Recomiendo dedicarle alrededor de una hora.
10. Faro del Petit Minou, que ver en Bretaña (Francia)
¿Sabías que Bretaña está llena de faros preciosos? Mi favorito fue el Faro del Petit Minou, construido a mediados del siglo XIX. Este faro mide un total de 26 metros y está ubicado sobre una serie de rocas. Está unido a tierra firme a través de un bonito puente de piedra, desde el que tendrás unas bonitas vistas al entorno. En el lugar también encontraréis un fuerte y una playa espectacular.
11. Faro de Kermorvan, situado en el pueblo de Le Conquet
Otro faro que me encantó fue el de Kermorvan, ubicado en la localidad bretona de Le Conquet. Mide un total de 20 metros y fue construido en el año 1849. Se encuentra sobre unas rocas en el extremo de la península de Kermorvan y está conectado a tierra firme gracias a un puente de granito. Para llegar hasta él, tendrás que realizar una pequeña caminata que parte del aparcamiento. Se tarda alrededor de 15 minutos.
12. Roscoff y la isla de Batz
Llegamos a otro pueblecito bretón que desprende encanto por cada una de sus esquinas: Roscoff. En el siglo XIX esta localidad costera contó con una gran prosperidad económica gracias al comercio marítimo. Desde aquí se exportaban telas, sal, madera y cebollas a Inglaterra. Esta riqueza se puede ver reflejada en la infraestructura de Roscoff, especialmente en sus casas señoriales de granito.
No dejes de dar un buen paseo por las callecitas del centro histórico de Roscoff. Además, desde esta localidad se puede coger un ferry a la isla de Batz. Esta isla es perfecta para recorrerla a pie o en bici a través de sus senderos costeros. Se respira un ambiente muy tranquilo y cuenta con rincones naturales espectaculares. No te pierdas la playa de la Grève Blanche.
13. Costa de Granito Rosa, un paisaje único de la Bretaña francesa
Otro lugar curioso que ver en Bretaña (Francia) es la conocida como la Costa de Granito Rosa. En el litoral próximo a la localidad de Lannion podrás observar unas enormes agrupaciones de rocas de granito rosa. La forma más popular de visitar este lugar es a pie, a través del sendero de los aduaneros (GR-34). También se puede visitar en bici o, aún mejor, adentrándote en el agua con un kayak o paddle surf.
14. Abadía de Beauport, descubre las ruinas de este edificio histórico
Quizá no es uno de los lugares más conocidos de la Bretaña francesa pero a mí me gustó mucho. Por eso, te recomiendo hacer un hueco en tu itinerario para visitar la Abadía de Beauport, ubicada en el municipio de Paimpol.
Se trata de una antigua abadía del siglo XIII fundada por un conde local, el que cedió el edificio religioso a los monjes para que lo hicieran prosperarar. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XVIII comenzó su declive. En la actualidad se encuentra en ruinas, lo que le da un toque de misticismo y misterio a este misterioso lugar.
Un dato curioso sobre este lugar es que solía ser el punto de partida de los peregrinos bretonas que iban hasta Santiago de Compostela.
15. Saint-Malo y su centro histórico amurallado
El casco antiguo amurallado de Saint-Malo es otro de los lugares más bonitos que ver en la Bretaña francesa. Para empezar a conocer esta ciudad de la mejor manera posible, te recomiendo dar un primer paseo por las murallas de Saint-Malo. Desde ellas podrás, por un lado, tener una muy buena perspectiva a las fachadas y tejados del centro histórico y, por otro, disfrutar de unas bonitas vistas al mar y a las playas.
Una vez hayas terminado de pasear sobre las murallas, lo mejor que puedes hacer es adentrarte en el interior de Saint-Malo y recorrer tantas callejuelas como puedas. También puedes pasear por el puerto o, si vas en los meses de calor, bañarte en alguna de las playas de la ciudad.
16. Cancale, destino ideal para comer ostras en Bretaña
Cancale es un pequeño pueblecito muy popular gracias a sus granjas de ostras y, por lo tanto, sus numerosos restaurantes y puestos para comer ostras. Si quieres comerlas, o probarlas por primera vez, Cancale es el lugar perfecto para hacerlo. Te recomiendo comerlas en el Marché aux Huîtres de Cancale.
El pueblecito también tiene mucho encanto. Aunque no vayas a comer marisco, merece la pena acercarse y dar un paseo por las callecitas cerca de la playa.
17. Dinan, todo un imprescindible que ver en la Bretaña francesa
Después de haber visitado ya varias localidades de Bretaña, pensaba que ninguna otra conseguiría sorprenderme. Fue llegar a Dinan y darme cuenta de lo equivocada que estaba. Esta pequeña ciudad medieval está repleta de rincones con encanto, a cada cual más bonito y especial.
Desde la Torre del Reloj hasta el Castillo de Dinan, pasando por sus murallas del siglo XIII y sus pintorescas casas de entramado de madera. Dinan te espera para sorprenderte a cada paso que des.
18. Fougères y la mayor fortaleza de Europa
Llegamos a Fougères, un encantador pueblo medieval construido a orillas del río Nançon. Lo que más te llamará la atención al comenzar tu visita por Fougères será su enorme castillo, flanqueado de torres y murallas, el que cuenta con mil años de historia. Tampoco te pierdas la Iglesia de Saint-Sulpice, las casitas de entramado y el jardín público.
19. Vitré, un pueblo con más de mil años de historia
¿Con ganas de conocer más pueblos medievales? Si es así, añade Vitré a tu ruta por Bretaña. Este pueblecito cuenta con más de mil años de historia, por lo tanto, sentirás que has viajado al pasado. Destaca el Castillo de Vitré, construido en siglo XI. Este tuvo una función defensiva muy importante en las guerras de Bretaña. También te encantarán sus casitas de entramado de madera y sus antiguas callejuelas.
20. Rennes, la capital de Bretaña (Francia)
Rennes, la capital de la Bretaña francesa, es otro auténtico tesoro. Se trata del centro cultural y económico de la región. También destaca por su arte, el que tiene origen en el siglo I a.C. A pesar de los cientos de años de historia, Rennes tiene un ambiente muy juvenil ya que es una ciudad universitaria. No te pierdas el Palacio del Parlamento, el Parque de Thabor, la Catedral de San Pedro y el Ayuntamiento de Rennes.
Si quieres conocer Rennes junto a un guía, echa un vistazo a esta visita guiada por Rennes. Te permitirá conocer los datos más interesantes de la ciudad.
Bretaña francesa: Otros lugares que ver
Si cuentas con más tiempo para visitar esta preciosa región del norte de Francia o si prefieres meterte más caña durante tu ruta por Bretaña, apunta estos otros lugares para añadirlos a tu itinerario:
- Belle-Île-en-Mer. Una de las principales islas de la región. En ella encontrarás acantilados, playas tranquilas y praderas verdes.
- Château de Trédion. Otro castillo que merece la pena ver si eres amante de las construcciones con historia.
- Playa de Isla Virgen. Una preciosa playa de aguas turquesas y guijarros blancos.
- Bosque de Huelgoat. Gracias a sus peñascos y leyendas celtas, este paraíso natural enamora a cualquiera.
- Montes de Arrée. En ellos encontrarás las rutas con más desnivel de Bretaña y miradores de los que disfrutar de preciosas vistas.
- Faro de Men Ruz. Otro bonito faro que incluir en tu ruta por esta región francesa.
- Castel Meur. No lo he incluido dentro de los 20 imprescindibles pero lo visitamos y se trata de un lugar muy curioso (sé respetuoso porque se trata de una vivienda).
- Cabo Fréhel y el Fuerte La Latte. Puedes dar un paseo por la costa de una hora y media para visitar ambos lugares.
- Combourg. Otro pueblo bretón ideal para pasear y teletransportarse al pasado.
- Monte Saint-Michel. Como te cuento más abajo, el Monte Saint-Michel pertenece a Normandía pero debido a su proximidad, no te lo puedes perder si haces un viaje a la Bretaña francesa.
Dónde alojarse en Bretaña
Bretaña es una región muy extensa y las distancias entre lugares son bastante largas, por lo tanto, para conocerla bien, tendrás que alojarte en más de un lugar.
En nuestro caso, viajamos en camper y fuimos cambiando de camping cada pocas noches. Visitábamos los alrededores de cada lugar y, entre trayectos, aprovechábamos para visitar los sitios que quedaban entre los dos alojamientos.
A continuación, indico el número de noches que pasamos en cada lugar, para que puedas hacerte una idea:
- Alrededores de Vannes: 2 noches. Buscar hoteles en Vannes.
- Alrededores de Douarnenez: 2 noches. Buscar hoteles en Douarnenez.
- Alrededores de Roscoff: 1 noche. Buscar hoteles en Roscoff.
- Alrededores de Saint Malo: 3 noches. Buscar hoteles en Saint Malo.
Mapa de que visitar en Bretaña, Francia
En el siguiente mapa de Bretaña he señalado todos los lugares nombrados en este artículo. Los puedes encontrar por orden de mención. Además, he marcado otros lugares que visitar en Bretaña que, aunque no hayan entrado en este top 20, también merecen ser visitados. No dudes en añadirlos a tu ruta por la Bretaña francesa si cuentas con el tiempo suficiente.
El Monte Saint-Michel es uno de los lugares que aparece en el mapa. Aunque este pertenezca a Normandía, se encuentra junto a la región de Bretaña y merece mucho la pena que vayas a visitarlo. Es uno de los lugares más bonitos que ver en Francia.
Si vas a visitar Normandía, te recomiendo visitar mi post de los top 10 lugares que ver en Normandía.
Espero que este artículo sobre qué ver en la Bretaña francesa te haya sido muy útil para organizar tu viaje a esta bonita región de Francia. Si quieres contarme tu experiencia o tienes alguna pregunta, no dudes en dejar un comentario o escribirme por email. ¡Hasta la próxima viajeros/as!
2 Responses
Buenas tardes!! Muchas gracias por tu trabajo y dedicación. Te empecé a seguir porque me gusta viajar y tenemos una conocida en común, y la verdad es que fue un acierto!
Ahora quiero planear una pequeña escapada de unos 4 días por Bretaña francesa, sé que son pocos días, pero quería preguntarte por tus tops imperdibles, y si volar a Nantes para visitar esta región está bien.
Gracias!
Hola, Joana! Sí, volar a Nantes puede ser una buena opción. Te digo mis imprescindibles de Bretaña de esta lista: Rochefort-en-Terre, Josselin, Saint-Cado, Vannes, Locronan, Punta de Dinan, Faro del Petit Minou, Faro de Kermorvan, Saint-Malo, Cancale (si te gustan las ostras) y Dinan. También aprovecha para ir al Monte Saint-Michel. Está en Normandía pero muy pegado a Bretaña.