17 ciudades más bonitas de Europa

Ciudades más bonitas de Europa

Ay Europa, podríamos pasarnos la vida recorriéndola y aún así, no llegar a conocer todos sus mágicos rincones. ¡Cuánto tiene por ofrecer! Adentrémonos juntos en este gozoso listado de algunas de las 16 ciudades más bonitas de Europa. Coge boli y papel porque seguro, te apetecerá anotar ideas para tu próximo viaje.

1. Roma (Italia), de las ciudades más bonitas de Europa

Ay, Roma… La eterna Roma. ¡Qué ciudad! La escapada perfecta para disfrutar de un par de días entre espaguetis al dente rodeados por un ambiente único de belleza arquitectónica. Ir hasta Roma es mucho más que un simple viaje… Es un encuentro con la grandeza y la belleza que perduran a lo largo de los siglos. Sumérgete en sus callejuelas al más estilo italiano y siente la magia de la historia.

La ciudad es un crisol de historia, arte y cultura que ha dejado una huella indeleble en el mundo occidental. Roma es centro de referencia para muchos por su arquitectura, estilo y forma. Fundada hace más de 2.500 años, Roma es una ciudad donde el pasado y el presente se entrelazan de manera fascinante.

El Coliseo, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo antiguo, es testigo silencioso de la grandeza del Imperio Romano y una visita obligada para cualquier viajero (no puedes no ir). Cerca de allí, el Foro Romano ofrece una ventana al pasado, con sus ruinas impresionantes que evocan la grandeza de la antigua Roma y desde el que podríamos imaginarnos cómo serían aquellos espectáculos (gracias a la ayuda de las películas que permanecen en nuestra memoria).

Roma es un museo al aire libre que convive con una serie de edificios históricos únicos en el mundo por su importancia, representación y, por supuesto, su magnificencia. El Vaticano es un lugar sagrado que atrae a millones de peregrinos y turistas cada año. La Basílica de San Pedro, con su imponente cúpula diseñada por Miguel Ángel, es una obra maestra arquitectónica que deja a los visitantes sin aliento. Además, las pinturas de la Capilla Sixtina, también obra de Miguel Ángel, son una maravilla artística que no se puede perder.

Pero más allá de sus monumentos y obras maestras, Roma seduce con su atmósfera única, el de esa ciudad vibrante que irradia alegría y vida intensa muy propia de los italianos. Perderse por las estrechas calles del Trastevere, disfrutar de un auténtico espresso en una trattoria tradicional o simplemente sentarse en una plaza y contemplar la vida pasar son experiencias que hacen de Roma un destino inolvidable. Déjate seducir por Roma y por su cultura… Porque con su encanto eterno y su legado incomparable, Roma es verdaderamente la Ciudad Eterna.

Apuesta por una visita guiada para llegar a todo lo interesante de la ciudad. En este post tienes los mejores 6 free tours de Roma.

2. Praga (República Checa), una ciudad europea con mucho encanto

Praga fue mi gran descubrimiento de hace un par de años. La visita a esta ciudad formó parte de una ruta por Alemania desde donde dimos el salto (vía tren) hacia República Checa, aterrizando en Praga.

Debo decir que no tenía muchas expectativas y resultó que la ciudad me encantó no sólo por su estética sino por su equilibrio perfecto entre un tamaño muy asequible para andarla y transitarla con detalle, una esencia muy marcada y mucha historia combinada a la perfección (sin estridencias) con el presente.

Como capital de la República Checa tiene una vida incesante, sobre todo a nivel turístico (guarda muchísima historia y en la ciudad encontrarás numerosos edificios históricos y lugares representativos).

Es conocida como La Ciudad de las Cien Torres y considerada como una de las ciudades más bonitas de Europa, además de pintorescas y cautivadoras. Praga ofrece un paisaje urbano único, donde los antiguos palacios (de esos de cuento) y las imponentes iglesias se mezclan con la arquitectura barroca y gótica conservada de forma excepcional.

El imponente Castillo de Praga, situado en la colina de Hradčany (donde actualmente vive el presidente de la República) es el castillo antiguo más grande del mundo (dentro están las joyas de la corona Bohemia). Desde sus torres, se obtienen vistas impresionantes del casco antiguo y del río Moldava, que serpentea a través de la ciudad.

Explorar el casco antiguo de Praga es como sumergirse en un cuento de hadas. La Plaza de la Ciudad Vieja, con su animado ambiente y sus edificios de colores pastel, es el corazón de la ciudad. Aquí se encuentra el famoso Reloj Astronómico, una obra maestra de la ingeniería medieval que realmente sorprende con su espectáculo horario. Cerca de la plaza, la iglesia de San Nicolás te dejará boquiabierto con su opulento interior barroco, mientras que el barrio judío de Josefov cuenta con una historia fascinante que se remonta a siglos atrás.

Praga no solo es famosa por su arquitectura impresionante, sino también por su vibrante escena cultural y su ambiente bohemio. Allí podrás disfrutar de conciertos de música clásica en majestuosos teatros y en iglesias, explorar museos de renombre mundial y saborear la deliciosa cocina checa en acogedores restaurantes. El codillo es su plato estrella aunque por las calles encontrarás numerosos puestos de su típico dulce, el Trdelnik. Praga tiene una atmósfera mágica y un encanto indiscutible así que si puedes visitarla… ¡Anímate!

Un momento clave para visitarla es durante diciembre ya que el atractivo es aún mayor. Descubre qué visitar en Praga en Navidad.

3. París (Francia), para volver una y otra vez

Dicen que al menos una vez en la vida, hay que ir a París. Yo tuve la suerte de que durante una época, por asuntos de trabajo, viajaba a la ciudad como mínimo, un par de veces al año. Y aunque ya la conocía porque había ido de turismo, por más que volviese una y otra vez y con motivos diferentes, siempre descubría algo nuevo, diferente y atractivo.

París es única y mucho más que una ciudad romántica que por supuesto, lo es. París es la cuna de la esencia francesa, del estilo y la elegancia pero con rollo. Como no, es un lugar para dejarse impresionar por la historia y la cultura. Además, es un destino clave para los amantes de la gastronomía porque la comida francesa, para sorpresa de muchos, es realmente atractiva y exquisita.

Visitar París (descubre los 77 planes imprescindibles de la ciudad) es una experiencia inolvidable que cautiva a todo el que va con su encanto romántico, su rica historia y su vibrante cultura. Desde la majestuosidad de la Torre Eiffel hasta la grandeza del Louvre, la ciudad ofrece una inigualable variedad de puntos clave que visitar. Los paseos por las orillas del río Sena y los pintorescos cafés en Montmartre son el escenario perfecto para sentirse dentro de una película o creernos auténticos parisinos.

Sumérgete en el corazón de la historia en el Louvre, hogar de invaluables obras de arte como la Mona Lisa y la Venus de Milo (si te gusta el arte, date tiempo porque es inmenso). Recorre los magníficos Campos Elíseos y contempla el imponente Arco de Triunfo (lo que más me llamó la atención de él es todo lo que ocurre a su alrededor), un símbolo de la grandeza de Francia.

Además, no puedes dejar de explorar los encantadores barrios como Le Marais y Saint-Germain-des-Prés, donde encontrarás boutiques elegantes, cafeterías con encanto y una atmósfera bohemia que te atrapará.

La gastronomía parisina es otro aspecto fundamental de la experiencia. Desde croissants recién horneados hasta exquisitos platos de haute cuisine, París deleita a los paladares más exigentes. Si te gusta el dulce y no te importa hacer cola, tienes que ir a probar el famoso croissant de Cedric Grolet (y comprobar por ti mismo si está rico o es cosa de Instagram).

No puedes irte sin probar los deliciosos macarons de Ladurée (míticos y perfectos para traer un dulce regalo) o disfrutar de un almuerzo en un típico bistró parisino. En resumen, París es mucho más que una ciudad; es un destino que embruja, inspira y deja una huella imborrable en todos los que la visitan.

4. Edimburgo (Escocia)

La capital de Escocia, Edimburgo, es una ciudad que te va a cautivar sobre todo, con su historia fascinante, su arquitectura medieval y su paisaje impresionante. Tanto si vas en invierno pero sobre todo, en primavera y verano, podrás disfrutar de su naturaleza impresionante que la rodea. Aún así, la ciudad en sí misma, es preciosa y por eso, bien merece un lugar en nuestro listado de ciudades más bonitas de Europa.

Desde el imponente Castillo de Edimburgo que domina el horizonte hasta las pintorescas calles empedradas del Casco Antiguo, la ciudad ofrece una mezcla única de encanto tradicional y vibrante vida moderna que la convierte en un destino imperdible para cualquier viajero.

Explora el Castillo de Edimburgo, una fortaleza histórica que se alza sobre la colina de Castle Rock y ofrece vistas panorámicas de la ciudad. Está construido sobre una gran roca volcánica en la parte alta de la calle Castle Rock y sólo por las vistas desde allí, bien merece la pena el paseo.

Sumérgete en la atmósfera misteriosa de la Royal Mile, una calle llena de historia y leyendas donde encontrarás tiendas de recuerdos, pubs tradicionales y edificios históricos. Algunos de ellos son la Catedral de Saint Giles y el Palacio de Holyroodhouse.

Edimburgo también es famosa por su festival anual, el Festival de Edimburgo, que atrae a artistas de todo el mundo para celebrar el arte, la música, el teatro y la comedia. Además, la ciudad es un paraíso para los amantes de la literatura (como yo que busco librerías y bibliotecas en todos mis destinos). Esto es gracias a lugares como la Biblioteca Nacional de Escocia, el mayor centro de estudios sobre materia escocesa.

Antes de marcharte y durante tu estancia, no puedes dejar de probar la deliciosa gastronomía escocesa, que incluye platos tradicionales como el haggis, el salmón ahumado y los shortbread. Y, por supuesto, no te pierdas la oportunidad de disfrutar de una pinta de cerveza en un acogedor pub escocés mientras escuchas música en vivo.

Edimburgo es una ciudad llena de magia y encanto que ofrece una experiencia única e inolvidable para todos los que la visitan.

5. Brujas (Bélgica), otra de las ciudades más bonitas de Europa por excelencia

Bélgica es el país que nos regala un equilibrio único entre modernidad, apertura, historia y tradición. Alberga ciudades tan internacionales como Bruselas, donde se cuece todo lo referente a la Unión Europea, y otras ciudades más “íntimas” que mantienen intacta su esencia y cultura más auténtica.

Para ejemplo de esto último… Brujas, una joya medieval en el corazón del país que se presenta como un destino de cuento. Con sus encantadores canales, calles adoquinadas y arquitectura bien conservada, esta ciudad histórica te va a transportar a tiempos pasados ​​mientras ofrece una experiencia mágica.

Pasea por las serpenteantes calles del centro histórico y descubre los impresionantes edificios góticos y renacentistas que adornan cada rincón. No te pierdas la Plaza Markt con el Grote Mark, dominada por el campanario, que ofrece vistas panorámicas. Además, los canales que atraviesan la ciudad son perfectos para un romántico paseo en barco.

Brujas es también conocida por su exquisita gastronomía, que incluye delicias como el chocolate belga, las cervezas artesanales y los gofres recién hechos. No puedes irte sin probar los famosos chocolates de la ciudad, ni sin disfrutar de una cerveza belga o un rico café en una acogedora cafetería junto al canal.

Además de su belleza arquitectónica y su gastronomía tentadora, Brujas también ofrece una rica historia y cultura. Si eres amante del arte, visita el Museo Groeninge para admirar obras maestras de artistas flamencos como Jan van Eyck y Hieronymus Bosch. Si lo prefieres, puedes explorar el Museo de la Cerveza para aprender sobre la tradición cervecera de Bélgica.

Brujas es una ciudad que enamora con su encanto medieval, su ambiente romántico y su rica oferta cultural y gastronómica. Un destino imprescindible para cualquier amante de la historia, la arquitectura y la buena comida.

6. Cracovia (Polonia), de las ciudades más bonitas del este de Europa

Polonia es uno de esos países a los que hay que animarse a ir para vivir una experiencia inolvidable. Quizás no es tan popular como otros países europeos pero yo, que estoy empezando a mirar hacia destinos diferentes y menos habituales, Polonia está muy arriba en mi lista.

Tiene tesoros tan impresionantes como Cracovia, una de las ciudades más antiguas y cautivadoras del país. Es un destino lleno de historia, cultura y belleza arquitectónica. Con su impresionante casco antiguo, sus monumentos históricos y su atmósfera vibrante, Cracovia ofrece una visión diferente al viajero.

Comienza tu visita en la emblemática Plaza del Mercado Principal, una de las más grandes de Europa y centro neurálgico de la ciudad. Aquí podrás admirar la imponente Basílica de Santa María y el histórico Ayuntamiento. Disfruta de la animada actividad con artistas callejeros, mercados de artesanías y cafeterías con encanto (qué más se puede pedir que un destino con cafeterías con encanto).

No puedes dejar de visitar el Castillo Real de Wawel, una imponente fortaleza que domina la ciudad desde lo alto de la colina de Wawel. Además, explora el barrio judío de Kazimierz, que ha experimentado una revitalización en las últimas décadas.

Ahora es el hogar de galerías de arte, tiendas de diseño y restaurantes de moda (esto pasa mucho en diferentes barrios judíos de Europa, como por ejemplo en Berlín). Esto de que los barrios judíos sean ahora foco y centro neurálgico para artistas es algo que me despierta mucha curiosidad y una nueva forma de viajar, conocer y visitar estos barrios judíos de las ciudades.

Cracovia también es famosa por su legado cultural, con una animada escena artística y una rica tradición musical. No te pierdas la oportunidad de asistir a un concierto de música clásica en la famosa Sala de Conciertos Filarmónica de Cracovia. Tampoco dejes de disfrutar de la música tradicional polaca en uno de los muchos bares y clubes de la ciudad.

Por último, pero no menos importante, la gastronomía polaca es otro punto destacado de la experiencia en Cracovia. Prueba los deliciosos pierogi, los embutidos ahumados y el famoso obwarzanek. Y, por supuesto, no te vayas sin probar el vodka polaco en uno de los bares locales, mejor la última noche porque pega fuerte.

7. Budapest (Hungría), una ciudad europea cautivadora

Escuchar Budapest es inmediatamente trasladarse (al menos mentalmente) a la época de los Zares y la realeza más icónica del imperio austrohúngaro allá por el año 1848.

Budapest, la cautivadora capital de Hungría y una de las ciudades más bonitas de Europa, es un lugar que combina la majestuosidad histórica con la vitalidad contemporánea. Situada a orillas del río Danubio, Budapest está repleta de impresionantes monumentos, baños termales, una animada vida nocturna y una gastronomía deliciosa.

Comienza tu visita en el impresionante Castillo de Buda, que se alza majestuosamente sobre la ciudad y ofrece vistas panorámicas de ensueño. A continuación, cruza el Puente de las Cadenas, uno de los símbolos más reconocibles de Budapest, para explorar el bullicioso distrito de Pest. Aquí encontrarás la imponente Basílica de San Esteban, la elegante Ópera Estatal y la emblemática Avenida Andrássy, repleta de tiendas de lujo y elegantes cafeterías.

Los famosos baños termales de Budapest son una visita obligada para cualquiera. Sumérgete en las aguas curativas de los baños Széchenyi, los baños termales más grandes de Europa. También puedes optar por disfrutar de la opulencia de los baños Gellért, ubicados en un impresionante edificio de estilo Art Nouveau.

La escena culinaria de Budapest es igualmente impresionante, con una amplia variedad de platos tradicionales húngaros para probar. No te pierdas el goulash, el plato nacional de Hungría, así como el lángos, una deliciosa masa frita cubierta de ingredientes salados o dulces. Además, asegúrate de probar el vino húngaro, que se produce en las pintorescas regiones vinícolas del país.

Por último, pero no menos importante, Budapest cobra vida por la noche de una forma sorprendente. Encontrarás desde bares ruinosos en antiguas fábricas (algo muy peculiar y atractivo) hasta elegantes salones de cócteles en palacios históricos. La ciudad ofrece algo para todos los gustos y presupuestos.

Sin duda alguna, Budapest ofrece un viaje diferente y muy interesante. Si decides visitarla, sigue estos consejos para viajar a Budapest y no te pierdas lo mejores lugares que ver en Budapest.

8. Granada (España)

En este punto llegamos a uno de los grandes tesoros de Europa… Y no porque esté en España ni porque sea uno de mis lugares especiales del mundo. Granada es una de las ciudades más bonitas de Europa por todo lo que en ella puedes encontrar, disfrutar y contemplar. Si estás en España, debería ser una parada obligada. A nadie deja indiferente, ni se arrepiente, y como yo siempre digo… ¡Granada siempre hace bien!

Ubicada al pie de las majestuosas montañas de Sierra Nevada (si te gusta esquiar, aquí te dejo una completa guía para esquiar en Sierra Nevada), Granada es famosa por su emblemático e impresionante palacio árabe, la Alhambra, que vigila la ciudad desde su localización indiscutible y ofrece vistas espectaculares del paisaje.

Con sus exquisitos palacios, jardines y fortalezas que reflejan la rica herencia islámica de la región, será el plan perfecto para una jornada inolvidable. Explora los intrincados detalles de los Palacios Nazaríes, maravíllate con las vistas desde la Torre de la Vela y relájate en los exuberantes jardines del Generalife. La Alhambra tiene aforo limitado. Saca tu entrada con tiempo.

Explora las estrechas calles empedradas del barrio del Albaicín, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Ahí encontrarás encantadoras casas-cueva, plazas pintorescas y vistas panorámicas de la Alhambra. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un té moruno en una de las muchas teterías árabes mientras contemplas la puesta de sol sobre la ciudad.

La vida cultural y de ocio de Granada es de otro nivel. En ella encontrarás festivales de música, danza y teatro que se celebran durante todo el año. No te pierdas la oportunidad de disfrutar de un espectáculo de flamenco en una de las muchas cuevas del Sacromonte, donde podrás experimentar la pasión y el drama de este arte único.

La gastronomía granadina es igualmente impresionante, con una amplia variedad de platos tradicionales que reflejan la fusión de culturas que ha caracterizado a la región a lo largo de los siglos. Prueba las tapas locales, disfruta de una comida tradicional (Los Diamantes son para no perdérselo) y no te vayas sin probar el famoso vino tinto de la Vega de Granada.

Granada es única, impresionante, maravillosa y muy muy especial. ¿Te la vas a perder? Si vas, no te pierdas lo mejor que ver y hacer en Granada y los mejores barrios donde dormir en Granada.

9. Copenhague (Dinamarca)

Cuando viajé a Copenhague fue por motivos de trabajo pero en nuestro tiempo libre no dudamos en pasearla, conocerla y buscar hasta encontrar a la famosa Sirenita. En nuestro trayecto descubrimos una ciudad bonita, agradable de pasear y con mucha cultura.

La encantadora capital de Dinamarca, es una ciudad que combina la historia, la innovación y el diseño escandinavo de una manera única. Ubicada en la costa este de la isla de Selandia, Copenhague ofrece a los visitantes un ambiente acogedor, hermosos paisajes urbanos y una rica vida cultural.

Comienza tu visita en el pintoresco distrito de Nyhavn, famoso por sus coloridos edificios históricos, sus encantadoras cafeterías y sus animados bares a lo largo del canal. Desde allí, dirígete al Palacio de Amalienborg, la residencia de invierno de la familia real danesa, y observa el cambio de guardia que tiene lugar todos los días a mediodía.

No puedes dejar de visitar el famoso parque de atracciones Tivoli Gardens, uno de los parques de diversiones más antiguos del mundo, que combina atracciones emocionantes, jardines exuberantes y una variedad de restaurantes y cafés para disfrutar.

La escena cultural de Copenhague es igualmente impresionante, con una gran variedad de museos, galerías de arte y teatros para explorar. Visita el Museo Nacional de Dinamarca, admira las obras de arte en el Museo Nacional de Arte de Dinamarca o disfruta de una obra de teatro en el mundialmente famoso Teatro Real Danés.

La gastronomía también es un punto destacado de la experiencia en Copenhague, con una vibrante escena culinaria. Prueba los deliciosos smørrebrød, los famosos sándwiches abiertos daneses. También disfruta de un almuerzo en uno de los muchos mercados de la ciudad.

Por último, puedes adentrarte en el famoso y alternativo barrio de Christiania donde descubrirás otra forma de vida más que diferente.

10. Florencia (Italia), una de las ciudades europeas más bonitas

Cuando llegué a Florencia sólo pude pensar en sacar mi cuaderno y pintar, dibujar y crear. Si a algo inspira esta ciudad es a eso, a ser creativo y expresar de forma plástica todo lo que se nos ocurra. Florencia es arte en cada esquina y eso para alguien como yo, es un regalazo.

Florencia, la cuna del Renacimiento italiano, emana belleza, historia y cultura en cada rincón. Situada en el corazón de la región de la Toscana, Florencia es famosa por su extraordinaria arquitectura, sus renombradas obras de arte y su exquisita gastronomía.

Comienza tu jornada en el impresionante Duomo de Florencia, su majestuosa cúpula diseñada por Brunelleschi y su imponente campanario diseñado por Giotto te cautivarán. Desde allí, dirígete a la Piazza della Signoria, donde encontrarás la imponente escultura de David de Miguel Ángel y el majestuoso Palazzo Vecchio.

No puedes dejar de visitar la Galería Uffizi, una de las galerías de arte más importantes del mundo. Esta alberga una impresionante colección de obras maestras renacentistas, incluidas obras de Botticelli, Leonardo da Vinci y Rafael. Además, explora el encantador barrio de Oltrarno, al otro lado del río Arno, donde encontrarás talleres de artesanos, boutiques de moda y trattorias acogedoras.

La gastronomía florentina con su rica tradición de la Toscana es para estar comiendo todo el día. Prueba la famosa bistecca alla fiorentina, un suculento bistec de ternera a la parrilla. Disfruta también de un plato de pasta fresca en una trattoria local y acompaña tus comidas con un vaso de vino Chianti de la región.

Florencia también es conocida por su ambiente romántico y su encanto atemporal. Disfruta de un paseo por los jardines de Boboli, admira las vistas panorámicas desde el mirador de Piazzale Michelangelo y déjate llevar por la magia de esta ciudad. Compra una lámina a uno de los numerosos artistas que encontrarás en la calle… Será un gran recuerdo y una apuesta al arte local.

Para conocer la ciudad y todos sus detalles, apuesta por un free tour. Estos 6 free tours de Florencia que aquí os mostramos son los mejores.

11. Atenas (Grecia)

Si hay un lugar en Europa al que ir para adentrarse en la historia de nuestra era es sin duda, Atenas. 

Atenas, la capital de Grecia, es una ciudad rica en historia, cultura y belleza. Como el epicentro de la antigua civilización griega, Atenas ofrece una experiencia única que combina la grandeza de su legado histórico con la vitalidad de la vida moderna, todo ello en gran equilibrio y convivencia.

El punto de partida obligado es la majestuosa Acrópolis, una colina rocosa coronada por impresionantes ruinas antiguas, entre las que destaca el icónico Partenón. Desde aquí, puedes contemplar las vistas panorámicas de la ciudad y maravillarte con la arquitectura y la ingeniería de la antigua Grecia.

Explorar el centro de la ciudad te lleva a lugares como el Ágora Antigua, el antiguo mercado y centro de la vida pública de Atenas, donde puedes imaginarte la antigua polis griega en toda su gloria. Además, el barrio de Plaka te ofrece un encantador laberinto de calles adoquinadas, llenas de tiendas, tabernas y cafeterías que conservan el encanto tradicional de la ciudad.

Atenas también es un centro cultural vibrante, con una escena artística y musical activa. Puedes visitar museos como el Museo de la Acrópolis para explorar más a fondo la historia y la arqueología de la región, o disfrutar de una obra de teatro en el histórico Teatro de Herodes Ático.

De la gastronomía griega… ¡Qué decir! Desde los clásicos platos como la moussaka y el souvlaki hasta los deliciosos postres como el baklava y el yogur griego con miel, la comida en Atenas es un festín para los sentidos.

12. Oporto (Portugal)

Oporto es uno de mis destinos para repetir en cuanto pueda… Será porque lo que ahora me llega de ella es que es una ciudad con calma, elegancia y repleta de cafeterías bonitas.

Oporto, una ciudad pintoresca situada a orillas del río Duero, es un destino encantador. Conocida también por su delicioso vino de Oporto, su arquitectura histórica y su ambiente acogedor, Oporto ofrece una experiencia inolvidable y muy gustosa.

Comienza tu visita en el casco antiguo de Oporto, un laberinto de calles empedradas y edificios históricos que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí encontrarás lugares emblemáticos como la Torre de los Clérigos y la Catedral de Oporto, que ofrecen impresionantes vistas de la ciudad desde lo alto.

No puedes dejar de visitar las bodegas de vino de Oporto en la ribera del río Duero, donde podrás degustar este vino único y aprender sobre su proceso de elaboración. Además, un paseo en barco por el río te permite admirar los pintorescos paisajes de los viñedos y las colinas que rodean la ciudad.

El Museo de Arte Contemporáneo de Serralves y la Fundación de Serralves son destinos destacados para los amantes del arte moderno y contemporáneo.

Su gastronomía refleja la esencia del país. Prueba los famosos platos de bacalao, como el bacalhau à brás, y la franchesinha, y no te pierdas la oportunidad de degustar las delicias locales en los mercados de comida y restaurantes de la ciudad.

Puedes descubrir la ciudad en profundidad con esta ruta de 3 días por Oporto. Si cuentas con menos tiempo, estos itinerarios de Oporto en un día o de Oporto en 2 días te vendrán genial.

13. Madrid (España)

De pequeña siempre quería venir a Madrid y era tanta la insistencia que tras muchas visitas, decidí hacer de esta ciudad, mi hogar. Hoy en día vivo aquí y por años que pasan, más me enamora.

Madrid, otra de las ciudades más bonitas de España, es una ciudad que nunca deja de sorprender con su energía, su cultura y su diversidad. La ciudad que nunca duerme a este lado del océano, tiene en su haber una rica historia, una arquitectura impresionante, una escena artística floreciente y una gastronomía deliciosa.

Comienza en la impresionante Plaza Mayor, el corazón de la ciudad, donde podrás admirar la arquitectura barroca y disfrutar de la animada atmósfera que la caracteriza. Desde allí, dirígete al famoso Parque de El Retiro, un oasis de tranquilidad en el centro de la ciudad, donde podrás pasear por sus hermosos jardines, hacer un recorrido en bote por el lago y visitar el Palacio de Cristal.

Añade a tu recorrido la visita a la Catedral de la Almudena, el Palacio Real y pasear por barrios tan emblemáticos como Chueca, Malasaña o La Latina.

La escena cultural de Madrid es igualmente impresionante, con una amplia variedad de museos, galerías de arte y teatros para explorar. Visita el famoso Museo del Prado, el Thyssen, el Museo Reina Sofía o disfruta de una obra de teatro en el Teatro Real, uno de los teatros de ópera más importantes del mundo.

Prueba las tapas en los bares de la ciudad, disfruta de un almuerzo tradicional en un restaurante familiar y no te vayas sin probar el famoso cocido madrileño, un guiso tradicional que es un verdadero festín para el paladar.

Madrid también es conocida por su ambiente festivo y su vida nocturna animada. Desde los tradicionales bares de tapas hasta los modernos clubes nocturnos, la ciudad ofrece algo para todos los gustos y presupuestos, asegurando que la diversión nunca termine en Madrid.

Si estás diseñando un viaje a Madrid, estos son nuestros itinerarios para visitar la ciudad: Madrid en un día, Madrid en 2 días, Madrid en 3 días y Madrid en 4 días.

14. Leipzig (Alemania), una ciudad bonita de Europa menos conocida

Llegué a Alemania, visité Berlín y me gustó pero cuando pisé Leipzig… ¡Me enamoré! Me habían contado que era una pequeña ciudad “que sin más” y cuál fue mi sorpresa que me pareció no sólo bonita sino también interesante, cómoda y muy agradable. Tanto que es mi destino elegido para teletrabajar y estar unas semanas este próximo verano.

Es una de esas ciudades universitarias con mucha historia que combina perfectamente lo clásico con lo moderno y actual. Ha llegado a un equilibrio muy bueno para que todas las épocas y movimientos convivan en perfecta armonía. En Alemania es conocida por su papel crucial en la historia musical, su arquitectura impresionante y su escena artística floreciente.

Arranca tu jornada en el centro histórico de Leipzig, donde encontrarás hermosas plazas, callejuelas y edificios históricos bien conservados. La Plaza del Mercado (Markt) es un buen punto de partida (perfecta para desayunar), con su imponente Ayuntamiento del Renacimiento y la iglesia de San Nicolás, conocida por su papel en las protestas pacíficas que llevaron a la caída del régimen comunista en 1989.

La música es una parte integral de la identidad de Leipzig, y la ciudad es famosa por ser el hogar de grandes compositores como Johann Sebastian Bach y Felix Mendelssohn. No te pierdas la oportunidad de visitar la histórica Iglesia de Santo Tomás, donde Bach trabajó como director de música durante muchos años. También puedes asistir a un concierto en el Gewandhaus, una de las salas de conciertos más prestigiosas del mundo.

En verano, en uno de sus parques principales, la orquesta de la ciudad ofrece conciertos gratuitos para el que todo el mundo se prepara un picnic delicioso. Tuve la oportunidad de ir y fue estupendo y relajante. Explora museos como el Museo de Bellas Artes o el Museo de la Ciudad de Leipzig, que albergan colecciones impresionantes.

Su gastronomía es muy amplia con platos tradicionales de Sajonia. Prueba las especialidades locales como el Leipziger Allerlei (una mezcla de verduras salteadas) o el Leipziger Lerche (un pastelito de almendra), y disfruta de una cerveza local en uno de los acogedores bares de la ciudad.

15. Tallin (Estonia)

Tallin es una de esas ciudades por las que parece que el tiempo, no haya pasado. Y es que su salida de la Unión Soviética es relativamente cercana (1991) y aún se puede contemplar en ella la reminiscencia de su pasado que por otra parte la convierte en un destino único.

Es realmente bonita y muy encantadora. Además, el precio tan asequible que tiene para todo el turismo (hoteles, restaurantes, etc.), la hace un destino muy agradable.

Tallin, la capital de Estonia, es una joya del norte de Europa que combina encanto medieval con modernidad que poco a poco despunta. Situada en la costa norte del país, a orillas del mar Báltico, esta ciudad histórica cautiva a todo el que la visita con su arquitectura bien conservada y su rica historia.

El casco antiguo de Tallin, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es como un viaje en el tiempo a la era medieval. Sus callejuelas de piedra, sus murallas antiguas y sus torres de vigilancia dan testimonio de su pasado hanseático. La Plaza del Ayuntamiento es el corazón de la ciudad vieja y un lugar vibrante donde se celebran mercados, festivales y conciertos.

Además de su encanto histórico, Tallin también es conocida por su escena cultural y gastronómica por la que apuestan como reclamo y evolución. Todos los que vamos podemos disfrutar de una amplia variedad de restaurantes, desde acogedores cafés hasta elegantes restaurantes de alta cocina. Todo a un precio muy asequible. Además, la ciudad alberga numerosos museos, galerías de arte y salas de conciertos que ofrecen una experiencia cultural variada y estimulante.

Pero Tallin no se detiene en el pasado; es también una ciudad moderna y dinámica que mira hacia el futuro. Los distritos más nuevos de la ciudad, como Kalamaja y Telliskivi, son centros de creatividad y emprendimiento, donde se encuentran modernos espacios de coworking, tiendas de diseño independiente y restaurantes innovadores.

Para los que les gusta salir de noche y la fiesta, la noche de Tallin también es muy animada. Encontrarás pubs y bares en antiguas fábricas o iglesias, algo que añade un punto pintoresco.

Otro punto fuerte es la naturaleza que está muy presente en Tallin y sus alrededores. Los parques urbanos, como Kadriorg y Pirita, ofrecen un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad, mientras que las playas cercanas son populares entre los habitantes y visitantes durante los meses más cálidos.

16. Verona (Italia)

Nunca pensé que en un periodo de unos años visitaría una ciudad como Verona varias veces. Pero he de decir que volvería una y otra vez porque me tiene absolutamente enamorada. Por eso la he incluido en esta lista de las ciudades más bonitas de Europa. Verona es una pequeña ciudad que ofrece muchísimo más que la eterna y dramática historia de amor entre Romeo y Julieta. Verona es encanto puro y a raudales. Es estilo, es clase, es elegancia…

Verona es para visitarla y sobre todo, para vivirla. Su estilo de vida diario me cautivó tanto que no solo volví sino que estoy deseando poder irme hasta allí al menos, unas semanas para teletrabajar. El ambiente es divino. Sólo hay que sentarse en una terraza de un café bonito y disfrutar de ver la vida pasar. Sus calles sacadas de una novela de Shakespeare te cautivan con una esencia única.

Situada en el noreste de Italia y ubicada en la región de Véneto, a orillas del río Adigio, Verona es un destino encantador que cautiva con su arquitectura antigua, su ambiente romántico y sus impresionantes paisajes.

El centro histórico de Verona, también declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (desde al año 2000 por su aporte al arte), es un laberinto de calles adoquinadas, plazas y magníficos edificios que datan de la época romana, medieval y renacentista. La Arena de Verona es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad y todavía se utiliza para eventos culturales, incluidas óperas y conciertos.

La Casa de Julieta, con su famoso balcón, es otro lugar de interés turístico muy popular en Verona. Aunque la historia de Romeo y Julieta es ficticia (nunca fue una historia real por más que lo creamos así), la casa y su romántico patio atraen a enamorados de todo el mundo.

Además de su patrimonio histórico, Verona es conocida por su excelente gastronomía y sus vinos de calidad. Los restaurantes de la ciudad sirven delicias culinarias de la región de Véneto, como risotto, polenta, pasta fresca y platos de carne asada. No dejes de probar los vinos locales como el Valpolicella o el Soave, en una enoteca o bar de vinos mientras disfrutan de la animada vida nocturna de Verona.

Verona también es un punto de partida ideal para explorar la pintoresca campiña circundante y los pueblos medievales de la región. Los viñedos de las colinas cercanas ofrecen recorridos vinícolas y degustaciones. El lago de Garda, el más grande de Italia, está a solo un corto trayecto en coche y ofrece actividades como navegación, senderismo y ciclismo.

Esta pequeña ciudad es una de mis mayores recomendaciones… No la dejes pasar en tu itinerario. 

17. Estambul (Turquía), una de las ciudades más bonitas de Europa

Turquía es un país de contrastes y para muestra, sus dos capitales. Ankara como capital política (ubicada en Anatolia, la parte asiática) y Estambul (en Europa). La segunda, aunque dejó de ser capital oficial en 1923, sigue siendo reconocida por muchos como centro neurálgico de la Turquía europea.

La ciudad que une dos continentes, es una metrópolis fascinante y vibrante que ofrece una mezcla única de historia, cultura y modernidad. Situada en el cruce entre Europa y Asia, Estambul es una ciudad donde el pasado y el presente se entrelazan de manera sorprendente. Destacando su capacidad de convivencia absoluta.

El corazón histórico de Estambul es su casco antiguo, que alberga monumentos impresionantes que atestiguan su pasado como capital de tres grandes imperios: romano, bizantino y otomano. La espectacular Basílica de Santa Sofía es un símbolo de la riqueza cultural y religiosa de la ciudad. La cercana Mezquita Azul es otra maravilla arquitectónica que deja a los visitantes maravillados.

El Gran Bazar y el Bazar de las Especias son lugares imperdibles para los amantes de las compras y la cultura. Estos mercados históricos ofrecen una amplia variedad de productos, desde sedas y especias exóticas hasta alfombras y joyas finas, en un ambiente lleno de color y actividad.

Pero Estambul es mucho más. También es una ciudad moderna y dinámica con una escena cultural vibrante y una vida nocturna que a todos cautiva. Los barrios de Beyoğlu y Karaköy cuentan con galerías de arte contemporáneo, boutiques de moda y restaurantes innovadores que sirven delicias de la cocina turca y mundial.

El Bósforo, el estrecho que separa Europa de Asia, es una parte integral de la vida de Estambul. Los cruceros por el Bósforo ofrecen vistas impresionantes de los palacios, mezquitas y mansiones que bordean sus orillas.

Estambul es una ciudad de contrastes y diversidad, donde oriente y occidente se encuentran y se fusionan de manera armoniosa. Qué maravilla poder acceder a dos continentes tan diferentes desde un mismo punto. 

Descubre la ciudad con detalle gracias a este post con los lugares imprescindibles que ver en Estambul.

Mapa de ciudades bonitas en Europa

En el siguiente mapa he marcado las 17 ciudades europeas con encanto mencionadas en este artículo.

Con este repaso por las ciudades de Europa más bonitas (al menos según nuestro criterio), estamos convencidas de que podrás organizar una buena escapada. Sea cual sea el objetivo y modalidad de tu viaje (familia, pareja, solo, negocios, ocio…), Europa es un gran continente para disfrutar y, sobre todo, descubrir nuevos tesoros.

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